CELEBRACIÓN DE LOS DIFUNTOS MERCEDARIOS
Es un día de nostalgia y esperanza, de gozo interior pero de lágrimas en los ojos porque celebramos a los difuntos de nuestra Orden; a nuestros seres queridos, a tantos hermanos que conocimos o no pero que conforman nuestra familia; a nuestros padres, hermanos y amigos que nos guiaron en este camino.
Pedimos por ellos, los recordamos porque son parte de nuestra historia y son impulso en nuestro caminar.
El tiempo de celebrar a nuestros difuntos es un momento intenso de fe porque nos redescubre al Dios de la vida, nos recuerda que no todo termina con la muerte.
Nosotros, mercedarios religiosos y laicos, estamos comprometidos con la vida en un mundo de muerte, porque la opresión y cautividad buscan la muerte de los hermanos y nosotros queremos su libertad, su dignidad, su ser persona para poder vivir de verdad.
Por eso los invito a que recuerden en sus comunidades a los que trabajaron por la libertad y, de manera especial, a aquellos que no la pudieron lograr.
Fr. Carlos Alberto Gómez
Superior Provincial